La globalización no es un fenómeno nuevo, es un proceso que se efectúa a lo largo de siglos, tomando como base el europocentrismo; ya en siglos pasados tenía como ámbito geográfico la cuenca del Mediterráneo, luego del siglo XVI fue el Atlántico y en estos últimos años es el Pacífico donde se intensifica y trasciende a todo el planeta.
Estos últimos años se intensificó con el gran desarrollo de las comunicaciones y el transporte. A la gran influencia Europea de los siglos pasados, se sumó como influencia hegemónica el modelo estadounidense desde el siglo XX, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y se consolidó luego del derrumbe comunista soviético. Así el mundo bipolar pasó a ser unipolar: capitalista.
El eje de este modelo de la globalización es la economía y se efectúa impulsando el neoliberalismo. Esto implica que los Estados pasan a un segundo plano, cada vez más pierden control económico y por consiguiente político también. Dicho de otro modo la política de los Estados se manifiesta en razón de los intereses económicos de determinadas empresas multinacionales o transnacionales.
Partiendo de lo económico, la globalización pretende la homogenización política, social y cultural del mundo. Es asimétrica y excluyente, hay culturas que pretenden desaparecer a otras porque las consideran inferiores o que son escollos en el desarrollo de sus intereses. Y si se mantienen son vistos como algo raro, piezas de museo.
Los grandes ideólogos del neoliberalismo pretenden que el mundo sea homogéneo, un solo tipo de democracia, un solo modelo político, uniformización de la costumbres que impulse el consumismo.
Las economías locales son absorbidas por las transnacionales; los capitales locales y nacionales son arrasados o comprados por las multinacionales. Podemos citar muchos ejemplos, en el Perú varías empresas locales fueron compradas por las nacionales y estos por multinacionales, entre ellos fueron las compañías cerveceras; la compañía D’Onofrio por la trasnacional Nestlé, etc. La chicha de jora que se consumía en muchos pueblos andinos durante sus fiestas patronales ha sido desplazada por la cerveza; las compañías cerveceras son las grandes auspiciadoras de casi todas las fiesta patronales masivas. Este último ejemplo tiene toda una connotación cultural, un elemento excluye a otro, ¿Quién se beneficia? ¿Quién se perjudica? por eso se dice que la globalización tal como se desarrolla bajo el modelo neoliberal es excluyente económica, social y culturalmente. Un idioma universal, un tipo de sociedad, un modelo cultural: la del Estado que económicamente domina el mundo.
No es una globalización que integre a las personas, a las sociedades, a los pueblos. No respeta la diversidad sino que pretende la homogeneidad. Se abren las fronteras para las mercancías y las finanzas, pero para el paso de ser humanos se hace más controlado o simplemente se construyen murallas o se cierran. Se firman tratados como los TLC para dar facilidad de trasladar mercancías pero no para el libre tránsito de las personas, sobre todo los pobres, son discriminados para pasar a países desarrollados. Si logran pasar ocupan trabajos que los nacionales no lo quieren. Muchas veces son discriminados o perseguidos. Así hay gente que es excluida del engranaje económico mundial, ya no son necesarios, no son útiles ni siquiera para ser explotados. Muchos luchan ya no para mejorar sus condiciones de trabajo, sino para no perder su ocupación. En varios continentes hay grupos humanos que están a su suerte.
No es una globalización que integre a las personas, a las sociedades, a los pueblos. No respeta la diversidad sino que pretende la homogeneidad. Se abren las fronteras para las mercancías y las finanzas, pero para el paso de ser humanos se hace más controlado o simplemente se construyen murallas o se cierran. Se firman tratados como los TLC para dar facilidad de trasladar mercancías pero no para el libre tránsito de las personas, sobre todo los pobres, son discriminados para pasar a países desarrollados. Si logran pasar ocupan trabajos que los nacionales no lo quieren. Muchas veces son discriminados o perseguidos. Así hay gente que es excluida del engranaje económico mundial, ya no son necesarios, no son útiles ni siquiera para ser explotados. Muchos luchan ya no para mejorar sus condiciones de trabajo, sino para no perder su ocupación. En varios continentes hay grupos humanos que están a su suerte.
Las condiciones de la globalización deberán cambiar, se debe buscar la integración humana: cultural y socialmente. En una relación de igualdad donde a cada pueblo se le reconozca sus aportes y elementos culturales. América Latina tiene mucho que aportar y se le debe reconocer en condiciones de igualdad económica, política, y culturalmente. Que los recursos económicos extraídos de nuestro continente sirvan para el desarrollo de sus pueblos.
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